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sábado, 6 de octubre de 2012

Lucie Chodat, la dama de las garrigas

Lucie Chodat

Su condición de fémina le reservó un lugar en la Historia por ser una de las únicas mujeres botánicas que estudiaron el archipiélago. Pero la ciencia ha dibujado la tesis de Lucie Chodat como un trabajo superficial, lleno de errores y con una gran falta de perspectiva. Tuvo más de pionera que de rigurosa. En su polémica con Knoche (ver entrada), el tiempo sólo le dio la razón en algunos aspectos.

Pocos datos se conocen sobre la biografía de Lucie Chodat. Nació en 1896 en Suiza, hija del célebre botánico 
Robert H. Chodat. Rector y profesor de la misma Universidad de Ginebra en la que ella se licenciaría en Botánica. En las primeras décadas del nuevo siglo quedaría patente su interés por aquella rama científica mientras acompañaba a su padre en los viajes de expedición que realizaba con sus alumnos.

Visitó dos veces España y tres el archipiélago balear. Pero sería en 1920, tras las observaciones de su última estancia en las Islas, cuando comenzaría a fraguar su tesis doctoral. Para entonces, su padre ya había publicado Una excursión botánica a Mallorca (1905) y sus consejos se convertirían en un pilar fundamental para el trabajo de Lucie.

"Es muy difícil saber cuánto de investigación propia contiene la tesina. No sólo porque está muy condicionada por su padre sino porque ella apenas detalla sus excursiones y recolecciones", afirma el profesor de Botánica de la Universidad de Valencia, Josep Antoni Rosselló. Sin embargo no fue ese peso de la figura paterna lo que la llevó a retrasar la publicación de su obra, sino la aparición de la Flora balearica de Knoche.

"He esperado mucho tiempo por temor a que resultara como un duplicado", reconocía la botánica en la introducción del estudio. Sería en 1924 cuando Contributions a la géo-botanique de Majorque vería la luz. Un trabajo cuyas conclusiones consideraba tan diferentes a las del científico estadounidense que ambas obras, «lejos de excluirse, se complementan".

Ambos se centraron en la flora propia de las Islas, pero ni siquiera sus resultados coincidían. De las 1.250 especies que había catalogado Knoche, Chodat aseguraba que sólo 250 podían considerarse como autóctonas, mientras que el resto eran introducidas. La suiza subrayaba la "pobreza" de la vegetación mallorquina y describía, incluso, lugares como la península de Alcúdia que presentaban un carácter desértico. Destacaba la presencia de amplias zonas de matorral y de garrigas. Sin embargo, consideraba que éstas últimas, "en comparación con las del continente", eran tan pobres que parecían "el resultado de la deforestación de los bosques de pino carrasco".

Portada de la tesis de Chodat
Sin embargo, la botánica apuntaba la capacidad de los animales domésticos, como las ovejas, no
sólo en el empobrecimiento de la flora sino también en la propagación de las plantas. "Era un planteamiento novedoso, pero se olvida de la importancia que tuvo el Myotragus antes que la oveja. Su influencia sobre la vegetación fue más constante y potente", señala Rosselló.

Otro de los aspectos que interesó a Chodat fue la comparación de la flora mallorquina con la de la Península Ibérica y parte del Mediterráneo. Un trabajo en el que contó con los materiales recogidos por Barbey, Burnat y Boissier consultados en el Instituto Botánico de Ginebra. Pero sería de Jaccard –que había visitado la Isla en 1910– de quien tomaría no sólo su colección de plantas sino también sus métodos.

"Aplicó algunos de sus principios para la creación de un índice de semblanza matemática para comparar las composiciones florísticas de dos regiones, separando las especies comunes", explica el profesor. Según Rosselló, sería en este aspecto en el que la suiza introduciría "algo de sentido común" a los planteamientos de Knoche. Quedaron descartadas las hipótesis de la relación de la flora balear con la de América. "La mayoría de las especies endémicas no tienen afinidad con otras españolas. Sus parientes más cercanos están en Córcega, Sicilia, Grecia, Creta e incluso África del norte", aseguraba Chodat en su trabajo.

Sin embargo, la falta de perspectiva de aquella tesis sería uno de sus problemas fundamentales. "Primero porque sólo visitó Mallorca, y segundo porque se limitó a recorrer la sierra media de la Tramuntana. No subió a las cimas y se limitó a recolectar en las zonas cercanas a los caminos", asegura el experto.

Josep Antoni Rosselló es claro: "Si no hubiera sido por que Robert Chodat era su padre, Lucie nunca hubiera publicado un trabajo". Señala, además, que su tesis fue el único estudio que se le conoce a la autora, que acabó por casarse y trasladarse a Estados Unidos para olvidarse de aquella vocación. "Pero sí fue una pionera, porque antes de ella no hubo ninguna mujer botánica, y después sólo María Ángeles Cardona (ver entrada) trabajaría con asuidad e intensidad en Baleares", reconoce.


Fuentes

PAYERAS, Antoni. Història de la botànica a les Illes Balears: plantes vasculars

CHODAT, Lucie. Contributions a la géo-botanique de Majorque

LIENHARD, Luc. Robert H. Chodat

VV.AA. Llorenç Garcias Font, científic i promotor cultural

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