1852-1934
Con la concesión del Nobel de Medicina en 1906, a Santiago Ramón y Cajal le llovieron las ofertas para presidir actos científicos en toda España. El Colegio Medicofarmacéutico de Palma también decidió nombrarle socio de honor después de un gran homenaje que no pudo contar con su presencia. Pasarían cuatro años hasta que el célebre histólogo llegara a Mallorca en un viaje en el que estudió el sistema óptico de los cefalópodos en el antiguo laboratorio de Porto Pi.
El Nobel le complicó la agenda a Ramón y Cajal. Aquel galardón movilizó a un panorama científico de instituciones y academias que se disputaron su presencia durante los años siguientes a 1906. Así empezó, también, su relación con la Isla. El 3 de marzo de 1907 el Colegio Medicofarmacéutico de Palma nombraba al histólogo socio de honor y celebraba una gran velada como homenaje a la que él no pudo asistir.
Tampoco lo hizo en 1908. Su amigo, el zaragozano Odón de Buen (ver entrada), acababa de ser elegido director del Laboratorio de Biología Marina de Palma y decidió invitarle al acto de nombramiento. Les unía una estrecha relación forjada durante los años de formación que compartieron en la Institución de Libre Enseñanza y en la Escuela Moderna de Ferrer Guardia. «Pero Cajal [que entonces tenía 54 años] seguía poniendo la investigación por encima de todo, y le costaba mucho dejar la silla y el microscopio y salir del laboratorio», señala el Doctor en Biología y profesor de Fisiología de la UIB, Antoni Gamundí.