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domingo, 31 de julio de 2011

Juan Cuerda: el radiólogo del Cuaternario

Juan Cuerda, (centro) en el congreso del INQUA en Mallorca
Juan Cuerda
1912-2003

La batalla de Teruel le convirtió en un mutilado de la contienda, y la posguerra, en un representante de productos químicos para la industria zapatera. Sin embargo, aquellas reuniones con Guillem Colom y Andreu Muntaner transformaron a Juan Cuerda. El que había sido un naturalista aficionado se convirtió en un paleontólogo de renombre internacional y el autor de más de un centenar de obras sobre el Cuaternario, aún esenciales en la Historia del Mediterráneo.

Nació en Barcelona en junio de 1912, pero el origen mallorquín de su madre acostumbró a la familia a las estancias veraniegas en la Isla. El de 1936 fue un viaje sin vuelta. Para algunos, la huida de la Ciudad Condal. Para otros, el regreso imposible desde Mallorca. Fue aquí donde Juan Cuerda se alistó en el ejército nacionalista, el mismo con el que quedaría gravemente herido tras la batalla de Teruel de 1938.

El barcelonés llegó a Palma como mutilado y militar profesional, destinado a tareas administrativas que ayudaran a los veteranos heridos. Le ascendieron a comandante y luego a coronel en la reserva. Pero el sueldo era pequeño y Cuerda tuvo que complementar este trabajo con el de representante de productos químicos para la industria del calzado.



La situación era precaria. La posguerra no sólo trajo el hambre sino que también hizo convulsionar a la educación. Un contexto en el que Cuerda conoció a Andreu Muntaner y Guillem Colom. Su nexo en común era el interés por las ciencias naturales. «El entramado cultural de la sociedad había quedado desestructurado, sin universidad. Los naturalistas apenas coincidían en congresos y reuniones», apunta el profesor del departamento de Ciencias de la Tierra, Guillem X. Pons.

Aquel grupo comenzó a estrechar lazos y a utilizar el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Baleares como sede de sus reuniones. Su intención era crear una organización científica. En 1948 se convirtieron en la sección balear de la Real Sociedad Española de Historia Natural; cuatro años después, alcanzaban su independencia y se constituían como la Societat d’Història Natural de Balears. Con Cuerda entre sus fundadores.

Para entonces hacía tiempo que el barcelonés había orientado su interés hacia la paleontología. Viajó a su ciudad natal para leer y trabajar en la biblioteca de la Universidad y, el mismo año en que nacía la Societat, impartió su primera conferencia sobre las especies características del Cuaternario mallorquín.

Durante sus primeros años como investigador, Juan Cuerda desarrolló un gran trabajo de inventario de los fósiles recogidos primero en las playas cuaternarias de la Bahía de Palma; luego, en el resto de Mallorca, Cabrera, Menorca, las Pitiusas e incluso Valencia. El proceso continuaba luego con la descripción y catalogación. "La paleontología es una disciplina mixta. Existen fósiles directores a partir de los que se pueden construir los procesos de extinción y la columna estratigráfica", explica Pons.

Sus conocimientos y los artículos publicados hicieron que en 1957 el V Congreso Internacional de Cuaternario (INQUA) celebrado en España, planificara una visita a Mallorca. Cuerda y Muntaner ejercieron de guías en las visitas a las formaciones cuaternarias de Palma. Fue también la oportunidad de entrar en contacto con investigadores internacionales como el americano Karl W. Butzer. Aquel congreso sirvió para que el paleontólogo publicara los resultados de sus trabajos, pero también para el reconocimiento de Es Carnatge. La zona se convirtió en un 'estratotipo', un modelo para estudiar los niveles históricos del Cuaternario en todo el Mediterráneo. Su puesta en valor del área motivó la protección de la misma. "Su intención era crear allí un museo paleontológico y una sede estable para la actividad didáctica", indica Pons. Un sueño aún sin cumplir.

principios del siglo XX, el descubrimiento y la descripción del Myotragus balearicus por la espeleóloga Dorothea Bate (ver entrada), abrió los estudios sobre ese periodo geológico. Sin embargo, Cuerda, con sus más de 100 trabajos publicados y los más de 12.000 especímenes fósiles de su colección 'hoy custodiada por la Societat d’Història Natural de Balears' (SHNB) le convirtieron en una figura internacional.

En 1975 Los tiempos cuaternarios de Baleares resultaba una obra fundamental para el estudio no sólo de las Islas sino del Mediterráneo Occidental. Casi una década después, el paleontólogo publicaba Moluscos marinos y salobres del Pleistoceno balear. Ambos volúmenes influyeron en las investigaciones posteriores.

Aquel reconocimiento de Cuerda no se limitó sólo a ser presidente de la SHNB de 1983 a 1987 o ayudante honorario del CSIC. El paleontólogo fue también miembro de organizaciones como el comité español del INQUA o la Quaternary Research Association. Moriría en su Mallorca adoptiva en 2003.

Baleópolis nº119   19-07-2011

Fuentes

VICENS, Damià & PONS, Guillem X. Joan Cuerda, in memoriam

VV.AA. Geomorfología litoral y cuaternaria: homenaje a Juan Cuerda

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